La arqueología del saber constituye un clásico ejercicio foucaultiano
de pensar a contracorriente, de poner una barrera a los lugares
comunes de las ciencias sociales y de establecer nuevos
campos de investigación en el cruce entre filosofía e historia.
El gran tema que plantea es la discontinuidad en la historia,
es decir, la transformación, el establecimiento de fenómenos
de rupturas: “Por debajo de las grandes continuidades del
pensamiento, por debajo de las manifestaciones masivas
y homogéneas de un espíritu o de una mentalidad colectiva,
por debajo del terco devenir de una ciencia que se
encarniza en existir y en rematarse desde su comienzo,
por debajo de la persistencia de un género, de una forma,
de una disciplina, de una actividad teórica, se trata ahora
de detectar la incidencia de las interrupciones”.
Escrito siguiendo el legado de Marx y Nietzsche, La arqueología
del saber es un texto polémico y a la vez riguroso, que ensaya la
búsqueda de herramientas teóricas para pensar una historiografía
que priorice los instantes de quiebre, de mutación, por sobre las
continuidades, los grandes panoramas y las verdades ahistóricas.
Michel Foucault pone el ojo en esos momentos en que aparece
lo nuevo, el cambio radical. Y en ese sentido, éste es un libro
profundamente pedagógico: dirigido a historiadores, filósofos
y cientistas sociales, encierra una enseñanza epistemológica
acerca de cómo distinguir y describir las rupturas, los elementos
emergentes que subyacen en toda formación social.